Ayer, horas antes de que Apple presentara los resultados financieros de su último ejercicio fiscal, finalizado el 26 de septiembre, la sensación en el mercado era de optimismo. La buena acogida en el mercado de la nueva versión de su terminal móvil, el iPhone 3GS, hacía prever un fuerte aumento de la facturación y del beneficio neto del grupo. Y así ha sido.
En su último trimestre fiscal, Apple registró un crecimiento de su beneficio neto del 46% frente al mismo periodo del año anterior, hasta 1.670 millones de dólares (1.120 millones de euros). Las ventas se dispararon otro 24,9%, hasta 9.870 millones de dólares. Los analistas de la firma Thomson Reuters habían previsto una facturación de 9.200 millones de dólares, casi 1.200 millones más que en los mismos tres meses de hace un año.
Del iPhone 3GS, que llegó al mercado el pasado junio, los analistas se aventuraban a citar la cifra de 7,1 millones de unidades distribuidas desde ese mes. Sólo en los tres días tras el lanzamiento, Apple vendió un millón de teléfonos, según datos de la compañía estadounidense.
La subida en los resultados se debe también al buen comportamiento de la división de ordenadores de Apple. Según datos conocidos esta semana, los ordenadores Mac cuentan ya con una cuota de mercado del 9,4% en EEUU, lo que supone un aumento del 11,8% respecto al pasado año, y es la cuarta marca más vendida del país. “El trimestre pasado, hemos vendido más Macs y iPhones que nunca”, afirmó ayer Steve Jobs, consejero delegado de Apple.
En el conjunto del ejercicio, Apple incrementó sus ventas un 12,5%, hasta 36.537 millones de dólares, y aumentó su beneficio un 18%, hasta 5.704 millones.
“Tenemos una oferta muy sólida para la temporada de vacaciones y varios productos grandiosos para lanzar en 2010”, adelantó Jobs. Para el primer trimestre del ejercicio 2010, la enseña de la manzana prevé ingresar entre 11.300 y 11.600 millones de dólares.
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